miércoles, febrero 16, 2011

"(...) Pero si no comprendes que lo único que cuenta en la vida religiosa es el desapego, no creo que avances un solo centímetro. Desapego, hermana, sólo desapego. Ausencia de deseos. «El cese de todo anhelo.» Esta cuestión del deseo, si quieres saber la maldita verdad, es lo primero que hace un actor. ¿Por qué me obligas a decirte cosas que ya sabes? Hubo un momento, en una u otra maldita encarnación, si quieres, en que no sólo tuviste el deseo de ser una actriz, sino una buena actriz. Y ahora no puedes deshacerte de él. No puedes volver la espalda a los resultados de tus propios deseos. Causa y efecto, hermana, causa y efecto. Lo único que puedes hacer ahora, el único acto religioso que puedes realizar, es actuar."

- Franny y Zooey, J. D. Salinger

"La única preocupación del artista es aspirar a alguna clase de perfección, y según sus propias condiciones, no las de cualquier otro."

sábado, febrero 05, 2011

no te extraño
ni en la piel
ni en las palabras.
no me haces falta.

viernes, enero 28, 2011

(Hoy me regalaron)

Ganancias y pérdidas

Vuelvo a mentir con gracia,
me inclino respetuoso ante el espejo
que refleja mi cuello y mi corbata.
Creo que soy ese señor que sale
todos los días a las nueve.
Los dioses están muertos uno a uno en largas filas
de papel y cartón.
No extraño nada, ni siquiera a ti
te extraño. Siento un hueco, pero es fácil
un tambor: piel a los dos lados.
A veces vuelves en la tarde, cuando leo
cosas que tranquilizan: boletines,
el dólar y la libra, los debates
de Naciones Unidas. Me parece
que tu mano me peina. ¡No te extraño!
Sólo cosas menudas de repente me faltan
y quisiera buscarlas: el contento,
y la sonrisa, ese animalito furtivo
que ya no vive entre mis labios.

Julio Cortázar.

Requiem

I. la decepción

todas las ventanas
cerradas
aún si me quedo
todas las valijas hechas
y ya no te veo
del otro lado del espejo

la sangre no es
ni tan roja
ni espesa
el reloj se detuvo
en una hora incierta
-y los dos sabemos-


II. la noche

las palabras más importantes
que dijimos
las dijimos
agitando las manos
y al fin y al cabo
no eran verdad
ni mentira
era el teléfono sonando
los ojos tan cerrados
-los dos nombres comienzan con m-

otro rostro otros ojos otros brazos
creo que recuerdo
y después
despierto


III. los adioses

el cuarto esta lleno de humo
en el piso los vidrios rotos
y yo
sentada en las más redonda
de las mesas
(tres copas vacías)
te olvido

saberte
con los pies
casi fuera del balcon
o las manos tan llenas
de algo tan vacio
es casi
como el perfume amargo
de no extrañarte
-casi tan lo mismo-

algunas tejas se caen
las palabras se mezclan
el amor (quizás) se acaba

(en definitiva, una buena actriz es una pobre ilusa)