martes, diciembre 19, 2006

3

no sé la razón pero estoy corriendo,
las luces me enceguecen,
las bocinas distraen el silencio.
pasan unos momentos y ya no hay nada,
solo la calle.
yo aún corro.
de vez en cuando tropiezo, hasta caigo.
nadie me levante pero sigo de todos modos.
no sé hacia donde estoy yendo y eso me da miedo.
sé que no hay nadie corriendo a mi lado y eso me aterra aun más.
intento memorizar los nombres de las calles, los colores de las fachadas,
pero me resultan desconocidos; no entiendo su significado.
luego de un tiempo veo a alguien en la distancia.
no reconozco quien es pero está sonriendo,
me está sonriendo y eso me alegra.
intento correr más deprisa pero no puedo,
las piernas ya están renunciando.
estoy tan cerca, sólo unos metros.

y despierto.
no hay nadie, la ciudad duerme.
me doy la vuelta intentando concebir el sueño nuevamente,
pero me gustaría tener el valor de echarme a correr,
o echarme a volar.

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